sábado, 15 de octubre de 2011

El manifiesto futurista punto a punto

El Manifiesto futurista, escrito por el poeta italiano Filippo Tommaso Marinetti, fue publicado en el periódico italiano Gazzetta dell'Emilia in Bologna el 5 de febrero de 1909 y posteriormente en francés con el nombre de "Manifeste du futurisme" en Le Figaro el 20 de febrero del mismo año. El efecto del manifiesto es mucho más evidente en su versión italiana. Ni una sola de las palabras usadas es casual, sino que se utiliza siempre el término preciso, o al menos, las raíces de las palabras evocan a aquellas utilizadas más frecuentemente en la Edad Media, particularmente durante el Renacimiento.

La publicación del manifiesto futurista no solo supuso el comienzo del futurismo, sino que sentó las bases para otras vanguardias como el Manifiesto surrealista.
El manifiesto no podría entenderse apartado de la cultura italiana imperante a comienzos del siglo XX. 

A la literatura italiana de finales del "Ottocento" (siglo XIX), le faltan contenidos fuertes; es más bien pasiva, contra lo cual luchan los futuristas. (1,2,3) Su reacción incluye el uso de excesos que prueban la existencia de una clase intelectual italiana superviviente y dinámica.

En este periodo, en el que la industria cada vez tenía más peso en toda Europa, los futuristas necesitaban confirmar que Italia es el presente, que tenía una industria capaz y el poder de tomar parte en esta nueva experiencia. De esta forma, encontrarían la esencia superior del progreso en uno de sus mayores símbolos: el coche y su velocidad. (4)

Los futuristas insisten en la importancia de la literatura y especialmente, de la poesía. El hombre usará el progreso, que tantos cambios está provocando, para dejar que explote su naturaleza instintiva. De esta forma, el hombre está reaccionando frente a la potencialmente incontenible fuerza del progreso. El hombre utilizará elementos como la velocidad y no al contrario. (5,6)
La poesía ayudará al hombre a que su alma pueda ser una parte del todo. (6,7) Esta poesía indica un nuevo concepto de belleza que se refiere a los más primitivos instintos humanos, como el de la agresión.

Hay que tener en cuenta la importancia de este momento en la historia: este es un momento especial, son muchas las cosas que están cambiando, pero el hombre será capaz de adaptarse a estas variaciones. (8)

En el artículo 9, la guerra es definida como una necesidad de la salud del espíritu humano, una purificación que permite y beneficia el idealismo. La glorificación explícita de la guerra y sus propiedades "higiénicas" influyeron la ideología del fascismo. El partido futurista, por ejemplo, se convirtió en parte del Partido Fascista antes de que este último asumiera el poder. Marinetti fue muy activo en la política fascista hasta que se retiró en protesta por la "grandeza romana", que había llegado a dominar la estética fascista.

El artículo diez declara: "Queremos destruir los museos, las bibliotecas, las academias variadas y combatir el moralismo, el feminismo y todas las demás cobardías oportunistas y utilitarias. " Los futuristas abogaban por la destrucción de todo el orden y el arte imperantes para reformarlo todo según su propia estética y forma de ver el mundo.

Este manifiesto fue publicado bastante antes de que ocurriera ninguno de los hechos del siglo XX que comunmente se sugieren en relación con este texto. Por ejemplo, la Revolución Rusa de 1917 fue la primera supuestamente descrita por el artículo 11, pero los hechos ocurrieron ocho años después de la publicación del manifiesto.

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