Orígenes y desarrollo
Las manifestaciones futuristas acababan normalmente en batalla campal. Sus dirigentes eran maestros en el arte de la propaganda y habían captado la importancia que se le daba al sensacionalismo, así las publicaciones futuristas utilizaban un tono altisonante digno de páginas de sucesos de un periódico sensacionalista, consiguiendo así bastante popularidad.
Desde el punto de vista histórico, el futurismo surge como una natural evolución de las ideas postimpresionistas. Para dar una imagen estricta de la realidad, los futuristas necesitaban utilizar un análisis de los colores y de las formas. Seurat y el divisionismo les daban resuelto el primer problema cromático. Picasso y los cubistas aportaban soluciones para el segundo aspecto: la descomposición de las formas y la distribución de los diferentes planos del cuadro.
Concepto y características
El movimiento futurista es en realidad un exponente de la crisis cultural del siglo XX, que tuvo como consecuencia más inmediata las dos guerras mundiales. El futurismo, como todos lo movimientos románticos, surge con la fuerza y el fanatismo de una contracultura. Se lanza contra los museos, considerados sitios equivalentes a los cementerios, donde la tradición artística común lo impregnaba todo, las bibliotecas y academia, adopta lógicamente formas políticas -el nacionalismo- y cae cuando estas formas demuestran su falta de consistencia y llevan a Europa a una salvaje guerra de nacionalistas.
El Futurismo fue una vanguardia que buscaba reflejar el movimiento, el dinamismo, la velocidad, la fuerza interna de las cosas, la exaltación de la guerra, las máquinas, lo nacional y lo sensual y todo lo que fuese moderno. Este movimiento rompía con lo tradicional, el pasado y el academicismo.
Para lograr el efecto de movimiento se basaron en diferentes técnicas: vibrantes composiciones de color, el divisionismo (heredado del neoimpresionismo), la abstracción y desmaterialización de los objetos (tomada del cubismo) y finalmente la multiplicación de las posiciones de un mismo elemento (objeto o persona), realización de las líneas de fuerza, intensificación de la acción a través de la repetición y la yuxtaposición de frente y dorso de la figura (Simultaneismo).
Características
Los artistas plásticos pintarán la cultura urbana, máquinas, deportes, guerra, vehículos en movimiento, etc. Las características del futurismo han sido resumidas por los mismos pintores del movimiento:
Falta, quizás, un último punto por declarar: que esto no tiene que ser necesariamente respetado.
Estética y formas
Uno de los grandes propósitos de futurismo era poner al espectador en el centro mismo de la tela. Los futuristas obtuvieron de este principio una posibilidad de expresar mejor el movimiento.
Este movimiento buscaba romper con la tradición y el pasado. Consideraba como elementos principales a la poesía, el valor, la audacia y la revolución. Tenía como postulados: la exaltación de lo sensual, lo nacional y guerrero, la adoración de la máquina, el retrato de la realidad en movimiento, lo objetivo de lo literario y la disposición especial de lo escrito, con el fin de darle una expresión plástica.
Intentó ensalzar la vida moderna, basándose en sus dos temas dominantes: la máquina y el movimiento. Recurriendo a cualquier medio expresivo.
En la literatura, el futurismo reniega del pasado y alienta a no respetar la métrica. Asimismo, intenta sustituir los nexos por notaciones algebraicas y buscar un léxico radicalmente hecho de tecnicismos y barbarismos, plagado de infinitivos, exclamaciones e interjecciones que denotan energía y libertad. El contenido apuntará al valor, la audacia y la revolución.
Con el correr de los años, Marinetti fue politizando el movimiento, hasta coincidir con las tesis del fascismo, en cuyo partido ingresó en 1919.
Aunque el futurismo tuvo una corta existencia, aproximadamente hasta 1944 -acabado con la muerte de Marinetti- su influencia se aprecia en las obras de autores canónicos como Duchamp y Delaunay en París, así como en el definitivo constructivismo ruso.
Trascendencia del futurismo
La importancia que tuvo el futurismo, más allá de sus méritos artísticos, consistió en crear una estética desde cero, con lo que se hizo posible una profunda renovación de las técnicas y principios artísticos, cuyas repercusiones aún se sienten. Fue uno de los primeras vanguardias artísticas, y su valor como movimiento de ruptura allanó el camino a otras corrientes que refrescaron el panorama artístico en los albores del siglo XX.
Tal vez pueda ser considerada como la primera vanguardia moderna auténticamente agresiva, porque busca la completa disolución del artista con el pasado y, anuncia un arte y un mundo más en consonancia con el paisaje urbano.
Aunque tuvo una corta existencia, aproximadamente hasta 1914, su influencia se aprecia en las obras de autores como Marcel Duchamp, Fernand Léger y Robert Delaunay, así como en el definitivo constructivismo ruso.